Estadista ruso, perteneciente a la nobleza de origen cosaco, dirigió de facto la política exterior del Imperio ruso después de la dimisión de Nikita Panin en 1781. En 1774, en su servicio militar durante la guerra ruso-turca se le concedió el grado de coronel y al año siguiente a su llegada a Moscú entró al servicio de la emperatriz y se encargó de recibir las peticiones a nombre de Su Majestad.
En 1782 recibió la orden de San Vladimiro en primer grado y en 1784 el rango de consejero privado, la orden de San Alejandro Nevski, así como el título de segundo miembro del Colegio de Asuntos Exteriores.
En 1791 recibió la orden de San Andrés.