Diplomático ruso.

En 1764 fue designado miembro del cuerpo diplomático en la Embajada de Varsovia y más tarde, en 1775, en la Embajada del Imperio Otomano. Desde 1781 hasta 1789 se desempeñó como ministro plenipotenciario en Constantinopla.

Las relaciones ruso-turcas eran extremadamente tensas para aquel entonces, ya que la llamada Puerta Otomana, bajo el influjo de Francia, Inglaterra y Prusia, no quiso conformarse con las condiciones del Tratado de Küçük Kaynarca firmado en 1774.

Gracias a su valentía y a su talento diplomático, pudo manejar las intrigas de los embajadores occidentales. Logró finalmente que la Puerta Otomana reconociera la anexión de Crimea, Tamán y Kubán.

En 1783 firmó un tratado comercial con los turcos otomanos muy beneficioso para Rusia. Ya en 1787, luego de rechazar el ultimátum para devolver Crimea, Bulgákov fue encerrado en la fortaleza Yedikule. Allí, a pesar de estar encarcelado y de ser vigilado en todo momento, consiguió enterarse de los planes militares secretos de Turquía y los comunicó a Catalina II.

En 1789 regresó a Rusia y fue nombrado ministro plenipotenciario de Varsovia. Después del fallecimiento de Catalina no ocupó ningún otro cargo diplomático.