Último rey de Polonia. Ascendió al trono gracias al apoyo firme de Catalina II. En los primeros años de su mandato llevó a cabo varias reformas legislativas y militares, entre otras. Además, su tiempo en el poder estuvo marcado por numerosas rebeliones y por dos particiones de Polonia (la de los años 1772 y 1793).
En 1795, después del aplastamiento de una de las rebeliones, Poniatóvskiy abandonó Varsovia y abdicó.
Miranda conoce al monarca el 15 de marzo durante su viaje a Kanev. Se convierten en grandes amigos tras este encuentro. En los diarios escribe sobre Poniatóvskiy: “Es difícil encontrar un sujeto cuya conversación sea más apacible, amena e interesante que la de este soberano...”